Reforma educativa

Arriba

¿Ya olvidaste la escuelita?

La ciudadanía es un derecho que debemos ejercer los mexicanos con el firme propósito de manifestar y llevar a la práctica nuestras ideas y pensamientos. En esa lógica es importante compartir el pasado y el presente del magisterio nacional; asimismo, recordarle al pueblo de México que no podemos ser ajenos a la lucha magisterial que defiende sus derechos laborales pero también la educación laica, gratuita y obligatoria, ante la inminente intromisión de los monopolios televisivos por adueñarse de ella y privatizarla.

Los alumnos, los peatones y los automovilistas… ¿Y los maestros, qué?

Ahora, el autoritarismo neoliberal del peñismo está empeñado en imponer –como en San Salvador Atenco, Estado de México– a sangre y fuego únicamente resultados y competencia dentro del capitalismo salvaje en los términos de la agenda que han copiado con muy mal tino esos pactos en versión del Chuchismo, que han nombrado Pacto por México, quedando por su desarrollo y múltiples intereses contrarios al pueblo en un simple Pacto por Peña.

Un Estado impositivo y una reforma como circo

Por fin, después de tantos mítines y plantones en la Ciudad de México, el gobierno federal, la Cámara de Diputados y la de Senadores impusieron la tan sonada reforma educativa.

Contrarreforma educativa, país en riesgo

Es nuestra forma de utilizar las palabras democracia y gobierno democrático la que produce mayor confusión. A menos que se definan claramente esas palabras y se llegue a un acuerdo sobre las definiciones, la gente vivirá en una inextricable confusión de ideas, para beneficio de los demagogos y los déspotas

en Tendencias

Tendencias