Periodismo

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Dueños de los medios… ¿Y los fines del periodismo?

Los dueños del periodismo. Claves de la estructura mediática mundial y de España, de Ramón Reig (sección Multimedia de editorial Gedisa), circula desde finales del año pasado, y como se dice y lo cumplo: meto las manos al fuego por él, dada su calidad y valentía para cuestionar e informar con veracidad.

Nancy Flores: un engaño, la guerra de Calderón

Sin duda, los reporteros enriquecen su información a través de la investigación veraz y contrastada. Nancy Flores, autora de esta investigación, pertenece a la vanguardia del periodismo y con sus datos analiza si la guerra calderonista ha atacado el centro financiero de los cárteles (seguir el concepto cártel en la organización mafiosa del hitlerismo, según Charles Bettelheim en La economía alemana bajo el nazismo, editorial Fundamentos).

SCJN: contratistas del gobierno son sujetos de investigaciones periodísticas

Por primera vez en materia de derecho a la información, la Suprema Corte de Justicia analizó la proyección pública de las personas privadas –sean físicas o morales– que mantienen negocios con el gobierno, y resolvió que su actuación es de interés público y su exposición en los medios informativos en casos de corrupción e irregularidades es legal, en tanto que involucra al erario. Así, la resolución del juicio por daño moral en contra del semanario Contralínea interpuesto por Blue Marine Technology Group, contratista de Pemex, establece un precedente para la prensa mexicana: la incidencia que tienen las personas privadas en la sociedad, por sus actividades profesionales, es susceptible al escrutinio periodístico, amparado por la Constitución

El “acuerdo” Calderón-Televisa y anexas, a la basura

El señor Calderón, a punto de irse de Los Pinos (y su búnker, construido para eludir riesgos ante el armamento de punta de los matones del narcotráfico), intentó imponer la censura previa, que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe, a la información respecto a los hechos, actos y omisiones de su “no-guerra” contra la rebelión armada de las delincuencias, pero ha resultado un acuerdo fallido. Censura previa que “ninguna ley ni autoridad puede establecer”, pero que Calderón, Televisa y algunos otros medios de comunicación quisieron imponer en una complicidad pública, para evitar que los mexicanos, como opinión pública, estuvieran enterados. Con única finalidad de silenciar los homicidios culposos e imprudenciales que la subcultura jurídica del abogado jusnaturalista Calderón llama “daños colaterales”.

En defensa de las libertades de prensa

En un acerado texto, por sus argumentos, información, análisis y crítica sustentada constitucionalmente y en el contexto del ejercicio democrático del periodismo, Denise Dresser –siempre

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