I. Ahora que la democracia representativa mexicana desatiende sus obligaciones y es arrollado el republicanismo –ambos principios constitucionales– por el autoritarismo presidencial, estos 22 ensayos bien podrían tener como presentación lo siguiente: “Un gobernante no puede hacer lo que le venga en gana. Esto significaría locura –como señala Maquiavelo en los Discursos– demostrando con esa actitud de locura, una ausencia de disciplina que es inaceptable en una república en la que deja de considerarse la participación de los miembros. Esto sucede cuando lo privado subordina a lo público destruyendo con ello el elemento común que para los griegos era señal de idiotez. Idiotas en el sentido de aquellos que estaban preocupados sólo por sí mismos y desafectados por los demás”. Y en otro ensayo se señala, que algunos dirigentes del Estado no entienden “de lo político y no sólo de la política entendidas como un conjunto de técnicas de gobierno, de distribución de poderes y de las instituciones que las reglamentan”. Por esto es necesario estudiar, en el libro La Construcción de la Político. Maquiavelo y el Mundo Moderno, al más grande pensador que nos muestra en El Príncipe a la autocracia (benignamente llamada autoritarismo) y al republicanismo-democrático en Los Discursos sobre la primera década de Tito Livio.
III. Maquiavelo nos enseñó a leer la realidad del modelo cesarista autocrático; de Julio César a César Borgia, con sus raíces griegas de Atenas a Esparta y las monarquías preconstitucionales; el Napoleón y los napoleoncitos, hasta el despotismo oriental, los hitleres, los stalines y los Ricardos III de nuestro mundo moderno y contemporáneo que, sin duda alguna, con Putin y Trump resucitan los analizados en El Príncipe por el gran florentino. “En general es posible advertir que estos textos participan de una misma preocupación y punto de confluencia común, que parte del interés en debatir la cuestión de lo político a partir de la aguda retina del famoso secretario florentino”; como educador de la política para la formación de los políticos. Esto para, en la opción contraria a El Príncipe, apuntalar a la democracia de manera tal que gobernados y gobernantes siembren y cosechen “valores patrióticos y virtudes necesarias para mantener la estabilidad (diríamos ahora: la gobernabilidad), lograr el bien común (diríamos: la igualdad) y conservar la soberanía (la máxima participación ciudadana en las decisiones que atañen a minorías y mayorías.
Ficha bibliográfica:
Autor: Jorge Velázquez Delgado, coordinador.
Título: La construcción de lo político, Maquiavelo y el mundo moderno
Editorial: Biblioteca Nueva, UAM, 2016
Álvaro Cepeda Neri
[MISCELÁNEO][EX LIBRIS]
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