Categorías: ArtículoOpinión

El blanqueo de dinero viola los derechos de la ciudadanía

Publicado por
Xavier Caño *

España es centro de blanqueo. O, dicho de otro modo, la lucha contra el blanqueo falla aquí más que una escopeta de feria. Incluso la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, blanda contra el fraude fiscal) advierte a España de que la levedad de penas contra el blanqueo de dinero sucio hace de este Reino lugar privilegiado para evasores de impuestos y blanqueadores.

Pilar Blázquez nos explicó que en España la falta de castigos de verdad que teman los blanqueadores, convierte la lucha contra ese delito en un brindis al sol. Porque, aunque el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) hace su trabajo, analiza documentos y cruza datos en un modélico proceso para descubrir blanqueadores, la acción se frena cuando hay que castigar a los culpables. Que un caso de blanqueo acabe con cárcel para lavadores y cómplices es excepción, no regla. Según el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), equipo de la OCDE supervisor del lavado en el mundo, “las penas de prisión por blanqueo de capitales en España son muy bajas, no son disuasorias y el crimen organizado y los evasores fiscales ven España como lugar donde operar sin riesgo”.

También Estados Unidos señala a España como país benévolo con el blanqueo y la OCDE denunció que en España ha habido pocas investigaciones de blanqueo en años y aún menos condenas. Pero no porque falle el Sepblac, que hace su trabajo. Falla quien decide sancionar o no. Que suele ser que no. No olvidemos que quien decide sanciones es la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales del Ministerio de Economía. Es decir, es el gobierno del Partido Popular que, hasta la fecha, no ha mostrado entusiasmo alguno para acabar con el blanqueo y quienes blanquean.

Pero tal delito es posible por una verdad incontrovertible: el dinero negro fluye a su antojo por el sistema bancario internacional, como fluye el dinero legal con el que se camufla. Y ese libertinaje de capitales continuará mientras haya centros offshore, paraísos fiscales, consultoras fiscales y bancos cómplices. Los hay y habrá porque los pretendidos intentos de acabar con esos estados de cartón piedra de fiscalidad tramposa y dañina, que son los paraísos fiscales, son retórica y marear la perdiz. Voluntad política de acabar con el blanqueo, cero.

Da igual que además el blanqueo financie organizaciones terroristas, narcotraficantes y otras tramas criminales. Se impone la minoría rica que no ceja en su voluntad de no pagar impuestos. Recordemos que, según cálculos conservadores de la propia OCDE, las grandes empresas eluden pagar casi un cuarto de billón de dólares anuales con enredos de filiales, delegaciones, servicios vinculados, activos intangibles y otras trampas presuntamente legales que revelan la ausencia de voluntad política de gobiernos y entidades globales para acabar con el fraude fiscal. Y, si añadimos las grandes fortunas que evaden y eluden impuestos a placer, el volumen del fraude fiscal deviene obsceno.

La Oficina de Naciones Unidas contra Drogas y Crimen pide soluciones drásticas contra el blanqueo que hace legales 2 billones de dólares anuales. Pero no parece que se consiga, porque evasión de impuestos y blanqueo de dinero van de la mano y la minoría rica insiste en no pagar los impuestos que debe. Que el mayor receptor de inversión extranjera en 2013 fueran las casi despobladas Islas Vírgenes Británicas indica que hay blanqueo para tiempo. O que haya 234 bancos en las Islas Caimán con sólo 50 mil habitantes. O que la pequeña isla británica Jersey en el Canal de la Mancha maneje más de 350 mil millones de dólares en fondos de inversión. Sin olvidar al gran paraíso fiscal que es Estados Unidos que, mientras impone multimillonarias multas a bancos suizos y de la Unión Europea, por posible blanqueo de estadunidenses fuera del país, mantiene Delaware, Reno, Wyoming, Nevada o Dakota del Sur como auténticos paraísos fiscales. ¿Quién da más?

¿Por qué el blanqueo es un delito nefasto? Porque los Estados recaudan mucho menos y se vulneran derechos ciudadanos por no haber adecuados servicios públicos esenciales. Además crece la desigualdad y hay más incertidumbre, más pobreza y más sufrimiento, porque los Estados dejan de cobrar cientos de miles de millones de impuestos legítimos y obligatorios. La evasión de impuestos impide que el Estado cumpla sus deberes con la ciudadanía.

Xavier Caño Tamayo*

[OPINIÓN]

*Periodista, miembro de ATTAC

Contralínea 538 / del 08 al 14 de Mayo 2017

Entradas recientes

“Otros intereses” explicarían veto de EU a alianza Delta-AeroMéxico: presidenta

La resolución del Departamento de Transporte de Estados Unidos que determinó no aprobar la alianza…

septiembre 22, 2025

Conagua busca regularizar concesiones de agua en 2025; 90%, ya revisadas

Hasta la fecha, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) lleva un avance del 90 por…

septiembre 22, 2025

En el Senado, alistan discusión de ley contra extorsión

Luego de que las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Seguridad Pública y Estudios Legislativos aprobaron…

septiembre 22, 2025

Sheinbaum se pronunció porque pare el genocidio en Gaza

Por primera vez, la presidenta Claudia Sheinbaum nombró como genocidio al apartheid que encabeza el…

septiembre 22, 2025

Sheinbaum celebró proyección del FMI sobre economía mexicana

La mejora en el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) se debe al trabajo que…

septiembre 22, 2025

A 2 años de genocidio, cuatro países reconocen a Palestina como Estado

A unos días de cumplirse dos años del genocidio que perpetúa Israel contra la población…

septiembre 22, 2025