El gobierno federal se pronunció por no impulsar la ley seca durante la pandemia por coronavirus, propuesta por algunos gobernadores, a efecto de impedir compras de pánico, evitar aglomeraciones y cumplir con la sana distancia, expresó ayer, quien reiteró que nada de toque de queda y autoritarismo, ni medidas draconianas de dudosa efectividad, advirtió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario dijo en conferencia matutina que acordó con hospitales privados atender y dar preferencia a personas mayores de 60 años, con padecimientos de hipertensión, diabetes para que sean atendidos, en virtud de que son los más afectados por el coronavirus, medida que fue recibida con buen talante por propietarios de nosocomios.
Pese al crecimiento desmedido de homicidios dolosos en el país, López Obrador aseguró que el índice delictivo disminuyó en otros rubros como robo a transeúnte y casa habitación. Precisó que si bien la epidemia es prioritaria, no se descuida el tema de la violencia en el país.
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