Justicia, paz social y mejores condiciones para las comunidades, así como libertad para los presos políticos, es el llamado Nestora Ramírez Ramírez, mujer indígena defensora de derechos humanos. Agrega que muchos de los indígenas que permanecen en prisión son víctimas de la fabricación de delitos.
Nestora Ramírez fue recientemente galardonada por el Instituto Internacional de Responsabilidad Social y Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi) con el premio para Defensoras y Defensores Comunitarios en el Estado de Oaxaca ‘Josefa Sánchez García’, edición 2025, por su ardua lucha contra injusticias como la de los presos políticos.
Originaria de San Agustín Loxicha Pochutla, Oaxaca, Nestora Ramírez inició su lucha con apenas 17 años de edad, cuando en 1996 –durante el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León– la represión alcanzó a su comunidad. “Inicia una represión brutal en nuestras comunidades, en nuestros pueblos de San Agustín Loxicha, a raíz de la aparición del Ejército Popular Revolucionario en la Crucecita Huatulco, bajo el gobierno de Diódoro Carrasco Altamirano [gobernador de Oaxaca de 1992 a 1998 y secretario de Gobernación de 1999 a 2000]”.
Como resultado de eso, recuerda, “detienen a más de 250 indígenas zapotecos, acusados de pertenecer a la guerrilla. Más de 50 asesinatos y desaparecidos”. Nestora se involucró en la lucha para dar con el paradero de su padre, quien fungía como maestro en la comunidad y fue detenido el 26 de septiembre de 1996. “Veo la necesidad de luchar por la libertad de mi papá y ya no solo era de mi papá, sino de todo un pueblo, de toda una región”, dice a Contralínea.
Asimismo, tuvo que abandonar la preparatoria, para organizarse con familiares de los detenidos. Todos eran hablantes zapotecos. “En su vida pensaban llegar a la ciudad y nos tuvimos que organizar como familias: dónde llegar, dónde estar, cómo llegar a donde está el penal, porque no estuvieron en una sola cárcel”, sino que fueron enviados a distintos penales del estado, y otros más, a reclusorios del entonces Distrito Federal.
Nestora Ramírez denuncia una de las prácticas que representan una grave violación a los derechos humanos, que se hizo común en el gobierno del PRI: la tortura y una falta de acceso a la justicia, pues los indígenas Loxichas hablaban zapoteco y carecían de traductores. “Primero los detenían, los desaparecían, los torturaban, los amenazaban, los obligaban a que se declararan culpables. Los obligaban a firmar hojas en blanco, y luego, los presentaban torturados, todos amenazados en las en diferentes cárceles”.
Aunado a ello, la censura también representó un obstáculo para dar a conocer lo que ocurría en la entidad. “Nosotros empezamos a recorrer, a tocar puertas en los medios de comunicación, pero era difícil que sacaran lo que nosotros decíamos; era más lo que el gobierno decía: que todos eran guerrilleros, que todos eran comandantes. Esa era la información [que se difundía]”.
Frente a esa situación, el grupo organizado instaló un plantón frente al Palacio de Gobierno de Oaxaca, que duró cuatro años. Para entonces, volver a su comunidad era un riesgo: “la región estuvo militarizada, sitiada. No podíamos entrar los que estábamos denunciando lo que estaba pasando allá”, narra Nestora Ramírez.
Por su parte, el director del Cedhapi, Maurilio Santiago Reyes, considera que los defensores comunitarios surgen por necesidad, cuando hay alguna situación que amenaza los derechos de sus comunidades. El también abogado explica que el galardón lleva el nombre de Josefa Sánchez García en honor a la defensora mixteca comunitaria de los derechos humanos, defensora del bosque y de los derechos de las mujeres. Nacida el 18 de septiembre de 1942 en la comunidad de Santa Cruz Itundujia, Putla de Guerrero y fallecida el pasado 10 de abril de 2021, a la edad de 79 años.
La defensora mixteca fue integrante del Movimiento Revolucionario Itundujense a principios de 1980, para reivindicar la defensa del bosque y ofreció apoyo a los perseguidos por grupos de poder económico y político. Además de que fue una defensora de las mujeres en contra de la violencia de género.
El abogado Santiago Reyes detalló que el premio consiste en una certificación internacional en litigio estratégico en derechos humanos “Circuito Europeo Christophe Swinarski”. Incluye un viaje a Ginebra, Suiza; Nuremberg, Alemania; Estrasburgo, Francia; y la Haya, Países Bajos; para visitar sitios como la sede de los órganos de protección de derechos humanos en la Organización de las Naciones Unidas, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el Parlamento Europeo, la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional de Justicia; así como lugares históricos que recuerdan las peores atrocidades de la humanidad, como el campo de concentración de Dachau, los tribunales de Nuremberg, y el Museo de Documentación Nazi.
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