En busca de un hombre de Estado

Quien no resolviera cierto acertijo, perdería la vida Pericles de William Shakespeare En un desperdiciado trienio buscando la legitimación militaroide –que no política ni económica, social ni cultural– terminó el sexenio calderonista que completó, en el mal gobierno, al foxismo. Ambos fueron el corto inicio y ocaso del Partido Acción Nacional (PAN), que echó por […]

Ni peticiones, ni protestas, ni manifestaciones…

Se han vuelto cada vez más cínicos los gobernantes que han dejado sin vigencia los fines políticos establecidos jurídicamente en el artículo 9 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los correspondientes en las constituciones de las 31 entidades. No hacen caso a las peticiones.

En arenas movedizas las seudorreformas calderonistas

Huyendo hacia delante, para escapar de su final catastrófico, el inquilino de Los Pinos intenta forzar su permanencia con ineficacia política y administrativa, para ver si con sus polvaredas logra soltar una cortina tras su estampida que le cubra la retirada.

Calderón ya fracasó y debe renunciar por causa grave

El artículo 86 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que debe normar nuestra conducta individual y colectiva, establece: “El cargo de presidente de la república sólo es renunciable por causa grave, que calificará el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia”.

Información para la formación política

Formación –nos explica Nicola Abbagnano en su Diccionario de filosofía– indica el proceso de educación o de civilización que se expresa en los dos significados de cultura; entendida por un lado como educación y, por otro lado, como sistema de valores. Formación va precedida de información: toda formación es, ante todo, un concepto pedagógico.