Señor Peña Nieto, véase en el espejo de Brasil

De entre los muchas instituciones con autonomía, para dejar a un lado las complicidades con el presidencialismo en turno (ahora con el peñismo sigue ese nexo perverso del Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Comisión Federal de Telecomunicaciones y, con el nefasto Laveaga, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, etcétera), está el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), quien nos acaba de salir con la sesgada encuesta de que ha resurgido la clase media que fue degradada desde el salinismo cuando éste envió su informe amañado a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en noviembre de 1992, sobre el reporte de la pobreza que alcanzaba a la mitad de la población, que por aquel entonces era de un poco más de 81 millones de mexicanos.
Peña no atiende la petición de los deudos de la Guardería ABC

En el marco de su gira electoral por Sonora, el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto recibió en Ciudad Obregón –el 19 de junio de 2012– a un grupo de padres que sufrieron el homicidio de 49 niños víctimas del incendio de la Guardería ABC, ubicada en Hermosillo, la capital sonorense. Y donde 74 niños más quedaron con severas lesiones de por vida.
Peña y la “Elba Esther travestida” de Juan Díaz

Mi asesora en el uso del español –por medio de su diccionario–, María Moliner, vino en mi ayuda para ilustrarme respecto a la conocida palabra-concepto travestir –que significa “vestir a una persona con ropa propia de otro sexo”– me dijo que travestirse es “una forma reflexiva de travestir; y que puede usarse ‘travestido’ con el significado de disfrazado o encubierto”. Esto porque al ver la fotografía de la ceremonia clandestina en Los Pinos, para celebrar en lo oscurito el Día del Maestro, me pareció que con ropa de hombre, es decir travestida, la exlíder vitalicia Elba Esther Gordillo Morales era la que estaba frente a Enrique Peña.
La tribu Yaqui defenderá a muerte su derecho al agua

Sonora ha tenido en los últimos 2 sexenios dos desgobernadores. Uno de ellos es el priísta Eduardo Robinson-Bours Castelo quien, además de abusos, corrupciones y persecución para obligar al cierre del periódico Cambio-Sonora, al mandar quemar documentación para robarse más de 10 mil millones de pesos y no dejar huella documental, causó el incendio de la Guardería ABC donde 49 niños murieron quemados y 79 más han quedado con lesiones graves de por vida. El exdesgobernador Robinson-Bours no ha sido llevado ante los tribunales penales por estos homicidios y la falta de seguridad en la guardería seguramente porque una de las socias en la concesión de ese establecimiento es prima o tía de la esposa del borrachín Felipe Calderón.
Ni de lejos, Obama es Lincoln (ni mucho menos Peña es Juárez)

Se pueden aprovechar otras experiencias históricas y, cambiando lo que se tenga que cambiar, implantarlas sobre todo para los nacientes Estados donde se constituyen sociedades que, con medios jurídicos, generan sus gobiernos para conquistar fines políticos, económicos y sociales-culturales, afianzadas en sus tradiciones rescatables. Pero no hay imitaciones ni ciclos, como postulan quienes catearon el encanto de la “astucia de la razón” de Hegel y el hegelianismo de derechas al que se afiliaron Oswald Spengler, Arnold Toynbee y demás seudohistoriadores de “tijeras-y-engrudo” (Robin G Collingwood, Idea de la historia; Ensayos sobre la filosofía de la historia y El nuevo Leviatán: hombre, sociedad, civilización y barbarie). Aunque lo parezca, nada se repite en el curso de la humanidad. Y cada pueblo, cada nación, son singulares al crear su pasado y su presente que es el único futuro inmediato.