Golpe de Estado contra los trabajadores

El proyecto de reforma laboral enviado al Congreso de la Unión por Felipe Calderón, con carácter de “preferente”, encierra un auténtico golpe de Estado en contra de millones de trabajadores no sólo de la ciudad, sino también del campo, a los que se pretende anular sus derechos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley Federal del Trabajo, tales como la estabilidad en el empleo, el salario remunerador, las condiciones dignas de trabajo, la seguridad social, el derecho a huelga y la libertad sindical, entre otros.
La responsabilidad de la LXII Legislatura

Protagónico hasta el final de su mandato, Felipe Calderón agregó a su sexto Informe de Gobierno enviado al Congreso de la Unión, dos iniciativas para “urgente” resolución. Una de ellas, la Reforma Laboral, que ya fue desechada en la legislatura recién concluida, pero ahora aderezada con la intención de auditar a los sindicatos. Puede decirse que el presidente intenta colgarle el cascabel al gato, es decir, agarrar en curva a los nuevos diputados, y mediante artificiales cortinas de humo ocultar problemas de mayor calado para el país y su economía, como fue la silenciosa apertura del sector energético a particulares, sobre todo a firmas extranjeras que, en el caso del sector eléctrico, han terminado por controlar poco más de la mitad de la generación de electricidad en el país.
Calderón arruinó tanto a Luz y Fuerza como a CFE

Durante la celebración del 75 aniversario de la CFE, el presidente Felipe Calderón Hinojosa no tuvo el menor recato ni el mínimo sentido común cuando volvió a referirse a la Comisión Federal de Electricidad como una “empresa modelo”, puntal del desarrollo económico y comprometida con el bienestar de los mexicanos.
La industria eléctrica en manos de trasnacionales

El próximo gobierno tendrá que afrontar la desventajosa entrega que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha hecho del sector eléctrico a las trasnacionales. Desde la llegada del Partido Acción Nacional (PAN) al poder, en 2000, hasta 2011, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó un promedio de 772 permisos a productores independientes y productores externos de energía. El gobierno federal pactó con muchos de ellos la compra de su generación eléctrica mediante desventajosos contratos para el país con vigencias de hasta 25 años.
Las multimillonarias sangrías de Pemex

La nueva administración que tomará las riendas del país en diciembre próximo encontrará a Petróleos Mexicanos (Pemex) como una empresa que enfrenta una caída libre en sus niveles de producción de crudo, y que también padece una notoria descapitalización y un desgaste en su sistema operacional. Pemex se desangra por las millonarias pérdidas anuales ocasionadas a sus finanzas por el increíble “extravío” de más de 70 mil barriles diarios de petróleo, el robo a sus ductos y cientos de litigios que ventila en cortes nacionales y extranjeras, cuyos fallos, en la mayoría de los casos, son en su contra.