El sexenio de Calderón y su atroz legado

Felipe Calderón Hinojosa abandonó el poder y dejó como herencia un país ensangrentado, con una deuda interna superior a los 5 billones de pesos, un desempleo galopante y un aniquilado nivel de vida para millones de nuevos pobres que ahora serán presa fácil, en su calidad de asalariados, de la voracidad empresarial gracias a los cambios operados en su contra por su reforma laboral; calamidades de la hecatombe del sexenio a la que ahora se suma, como dramático epílogo, la fuga de 111 mil millones de dólares.

Elías Ayub, broche de hojalata de Calderón

Felipe Calderón concluye su gobierno obstinado en cerrar, no con broches de oro sino de hojalata, obras como la hidroeléctrica La Yesca, a la que sin recato ni consulta alguna al país le impuso el nombre del exdirector de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Alfredo Elías Ayub –por muchos años cabeza visible del cártel de la Electricidad– que por 12 años devastó a la paraestatal hasta alejarla del pregonado nivel de “clase mundial”, pero cerca de los linderos de su quiebra técnica, en brazos de la corrupción y las trasnacionales.

Reforma Laboral, pirotecnia en el Congreso

Como en las fiestas populares donde nunca faltan los llamativos juegos pirotécnicos que tras de sí dejan una densa cortina de humo que todo lo confunde, lo mismo parece acontecer con la reforma laboral, tan llevada de una cámara a otra, primero como iniciativa preferente y ahora como modificada minuta senatorial.

Empresarios, únicos aplaudidores de Calderón

Durante nuestra comparecencia en la Comisión del Trabajo del Senado de la República el pasado 11 de octubre, justo a tres años de perpetrado el golpe al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), dejamos bien establecida nuestra posición en contra de la Reforma Laboral impulsada por Calderón y exigimos a los senadores no ser serviles ante los empresarios; y menos, aplaudidores de las decisiones que en contra del pueblo de México ha tomado el Ejecutivo durante su sexenio.

Transparencia de Calderón, mascarada sexenal

La aprobación en la Cámara de Senadores de las reformas a la Ley Federal de Contabilidad Gubernamental produjo una escena que ni mandada a hacer para plasmarse en un cuadro surrealista. A favor de transparentar los gastos en los tres órdenes de gobierno se manifestaron personajes como el exsecretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, ahora miembro del Senado y principal encubridor de la corrupción oficial del sexenio, de la cual fue partícipe su propia esposa.