¿También modernizar al Estado laico?

Debe quedar muy claro que la reunión en la Plaza de San Pedro –y su monumental iglesia– de Enrique Peña Nieto con el nuevo papa Francisco (por Francisco de Asís, quien auténticamente se empobreció para luchar por los pobres) no fue con el jefe de la Ciudad del Estado del Vaticano, lo cual ha puesto en riesgo al Estado laico, cuyo fundamento es la separación del Estado y las iglesias, principalmente con la católica, que desde siempre y hasta hoy ha pretendido (y a veces logrado), quitarle al César lo que es del César y someterlo al imperio religioso. El laicismo así entendido y practicado se origina desde el siglo V, incluso por decisión del papa Gelasio I, quien postuló aquello de que las “dos espadas” no pueden ni deben empuñarse por una sola persona. Esta imagen inició, pues, la separación del Estado y la entonces naciente iglesia cristiana que se envolvió en el catolicismo hasta nuestros días.
John Lukacs: Ensayo sobre dos discursos

Cuatro textos del reconocido John Lukacs, elogiado como maestro del ensayo histórico, se han publicado en español: Cinco días en Londres, mayo de 1940; Churchill solo frente a Hitler; Junio de 1941: Hitler y Stalin; El Hitler de la historia: juicio a los biógrafos de Hitler; y el que ahora reseño: Sangre, sudor y lágrimas. Churchill y el discurso que ganó una guerra. Ramón García hace una recreación con su traducción del idioma de Shakespeare al de Cervantes. Espléndido trabajo que ilustra sobre la capacidad política de un estadista quien, con perspectiva histórica defendió el parlamentarismo democrático y sin pragmatismo, buscando sólo resultados, y que hizo de la conducción del Estado un liderato para cohesionar en la unión a la sociedad constituida por el pueblo británico, logrando que su corazón, los ingleses de la isla, lo apoyaran para ganarle al nazismo. Ese hombre de Estado fue Winston Churchill.
Reporteros y periódicos entre amenazas, agresiones y homicidios

Una de las caras de la fiesta peñista-priísta muestra su galopante reformismo. La otra cara es la de la inseguridad: una violencia sangrienta que no para… La suma de las promesas para “transformar a México”, guiadas por la razón de Estado para hacer valer el rescate del añejo presidencialismo a horcajadas sobre lo constitucional y metaconstitucional, lleva la resta de los 2 mil 351 homicidios, cientos de feminicidios, la pobreza de más de 54 millones de mexicanos y el desempleo, con 24 millones de personas en las mil y una actividades de la informalidad, en los 100 días que lleva Enrique Peña como presidente.
Las decisiones políticas que fueron erróneas

“Como la mayor parte de los términos introducidos en el discurso de los historiadores [y de los políticos], el de crisis tiene, por cierto, una larga y específica historia. La palabra viene del griego krisis, que significa examinar, reflexionar sobre ella, para decidir, y ante la cual, para resolverla, hay que tomar una decisión” (Randolph Starn, “Metamorfosis de una noción. Los historiadores y la crisis”, ensayo del libro El concepto de crisis, ediciones Megalópolis).
¡Desempleados y pobres del mundo…, de México: uníos!