En caso de que el futuro debate legislativo sobre la nueva reforma electoral –impulsada por la jefa del Ejecutivo federal– considere la eliminación de los organismos públicos locales electorales (OPLE), podría atrofiar las funciones del Instituto Nacional Electoral (INE); extraviar las particularidades de cada entidad federativa; y eventualmente ocasionar una probable “crisis de legitimidad y gobernabilidad”, indicó la consejera presidenta del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), Patricia Avendaño.
“Me atrevo a aventurar que podría haber una crisis, no sólo de legitimidad, sino hasta de gobernabilidad, por no tener los resultados de manera oportuna. Y están los PREP que generalmente se privilegia tener resultados de carácter federal, los cargos más altos, los cómputos que pueden ser los sondeos que se organizan, también se privilegian los cargos federales. Y entonces es ahí que cobra sentido la importancia de respetar la autonomía que tiene cada ente atendiendo a la lógica de las competencias que están distribuidas en cada uno de ellos”, señaló durante una reunión de trabajo de la Comisión de Reforma Política-Electoral de la Cámara de Diputados.
A pesar de que la iniciativa de reforma electoral se planteó como una respuesta a la urgencia de generar un ahorro de recursos públicos, entre otros cambios, Avendaño desechó la premisa.
Asimismo, afirmó que los futuros comicios responden a una serie de complejidades de capacitación y logística que el órgano electoral federal no podría cumplir de forma oportuna y eficaz. “La desaparición de las autoridades electorales federales implicaría una sobrecarga de funciones para el INE que no necesariamente va a derivar en una mayor eficiencia de las mismas funciones, sino en una atrofia de los resultados o procesos”.
En este sentido, Avendaño sostuvo que la nueva reforma electoral tendría que encaminarse a consolidar una mayor “autonomía e independencia” de las instituciones electorales. “No me imagino de ninguna manera que pudiéramos regresar a un esquema que esta función tan relevante para el país, que una vez que se logró la autonomía y la ciudadanización de esta función electoral, pudiera regresar bajo el control de algún ente de gobierno”.
Tras participar en la reunión, destacó que el federalismo tiene una naturaleza electoral, al subrayar que “somos un Estado Federal, y la esencia del federalismo es que existe esta división de competencias para mejor atender las necesidades de cada entidad federativa, de cada ayuntamiento, de cada gobierno local y también lo federal”.