100 fuegos

Caricatura de Miguel Galindo
La evaluación a los maestros: del discurso a la realidad

Libres son quienes crean, no copian. Y libres son quienes piensan, no obedecen. Educar es enseñar a dudar Eduardo Galeano
Juan Antonio Mateos, escritor y periodista del liberalismo político mexicano

I. De entre los periodistas y escritores de la época innovadora del liberalismo político, tenemos a Juan Antonio Mateos (1831-1913), quien vivió a caballo entre el juarismo y el porfirismo con el intermedio de la usurpación del Maximiliano aquél que nunca fue, más que caricatura de emperadorcito, ya que Juárez era el Presidente de la República. Mateos fue un escritor de encantadora prosa e historiador (con su: Historia parlamentaria de los Congresos mexicanos de 1821 a 1857, paralela y semejante a lo escrito por el gigante Francisco Zarco, “con su Historia del Congreso Constituyente de 1857, obra gemela a su Crónica del Congreso Constituyente también de 1857). Mateos tiene a las órdenes de los lectores 15 hermosísimas novelas: El vendedor de periódicos, El cerro de las campanas, Las olas muertas, Memorias de un guerrillero, Los insurgentes, El sol de mayo, Sacerdote y caudillo, Los dramas de México, La baja marea, En teatro: El prólogo del Quijote, Juana de Arco, La luna de miel, El otro, Los grandes tahúres y ¡Los dioses se van! Amó escribir y leer, bebiendo el vino de las letras enlazadas con los pensamientos, sentimientos y motivaciones que hacen crear, en esa época, la República de las Letras.
El calentamiento global colapsa a la Ciudad de México

Los efectos del calentamiento global han acelerado el encuentro de la Ciudad de México con su inexorable colapso: altos niveles de contaminación, vialidades aletargadas y un deficiente transporte público son los factores que aunados al incontenible desarrollo inmobiliario en manos de voraces desarrolladores, produjo en las últimas 2 décadas una desordenada expansión urbana, donde la calidad de vida se ha deteriorado al grado de representar un problema de salud pública.
El preponderante que quería ser cablera

Así también podría titularse la historia de Telmex y su eterno pleito por obtener una concesión para ofrecer video en México. Sin embargo, en la década de los noventa, cuando Telmex vendió su participación en Cablevisión decidió que su prioridadera la telefonía básica y, por supuesto, la inalámbrica. El cable de cobre de su época como paraestatal prometía miles de millones de dólares y así fue. Pero luego llegó la fibra óptica y con ella la oportunidad de ofrecer Internet. Nadie se lo impidió y el gigante creció, creció y a nivel nacional.