Nuestros lectores

Cartas de nuestros lectores
Problemas de agenda

Caricatura de Miguel Galindo
Graves retrocesos en género, medio ambiente y derechos humanos

La actual administración debiera dar prioridad con carácter urgente a temas de preocupación nacional como el derecho a un medio ambiente sano, la defensa de la tierra y el territorio, los derechos de las personas y los pueblos transversalizados con una perspectiva de género y desde la interseccionalidad, en un contexto generalizado de crisis ambiental y las consecuencias que conlleva para los ecosistemas, para las personas en general y para grupos de poblaciones que enfrentan mayores condiciones de vulnerabilidad, entre ellos las mujeres.
De Tajamar a Todos Santos: los despojadores inmobiliarios, plaga imparable

Es sorprendente como la incompetencia del hombre se exacerba por dinero, cuando la condición humana desarrolla las ciencias y las artes, que hacen a las sociedades grupos civilizados; que, se supone, procuran para sí y para los animales con los que “comparten” la Tierra, un mayor bienestar. En México, los actos “civilizatorios” de empresarios e inversionistas usan el sobretodo del “desarrollo”, cuando implican establecer industrias o complejos inmobiliarios en lugares paradisiacos. Como una vez fue Tajamar, hoy reducto casi devastado, de lo que hasta la década de 1970 era una región virgen. Acciones avaladas por el gobierno a través de instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre otras igual de incompetentes.
Acostumbrarse al horror

En diciembre de este 2016 se cumplirá 1 década desde que el gobierno de Felipe Calderón inició su guerra contra el narcotráfico en aras de legitimarse después de las controvertidas elecciones de 2006. Desde entonces, las calamidades y la nota roja inundaron la prensa y los medios. Periódicos de amplia circulación decidieron que anatomías destrozadas y ensangrentadas combinaban a la perfección con cuerpos esculturales y encuerados en las primeras planas. Basta detenerse en un puesto de periódicos para confirmar la retorcida estrategia de marketing de dichos impresos. Hace años dejaron de escandalizarnos los descuartizados. Tristemente se ha agotado nuestra capacidad de asombro.