Calderón, caricatura de Ricardo II, Enrique IV y Luis XIV

El presidencialismo mexicano tuvo en Carlos Salinas de Gortari a su Ricardo III de Shakespeare (1564-1616), pero no en una versión teatral, sino real; y lo superó demostrando que “la realidad es más pródiga que la más febril fantasía”. Y sigue suelto tras bambalinas, asomando a veces su calvicie y su rostro amenazante tras el peñismo que, si aparentemente hizo a un lado a la perversa maestra –la abeja-reina del Panal (Partido Nueva Alianza)-SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación)–, no ha podido siquiera de dientes para fuera deshacerse de esa caricatura de Ricardo III que busca reposicionarse como poder tras el trono.
Del cachorro de la revolución al cachorro de la televisión

La realidad es irritantemente veleidosa. Hace cortocircuito con la simulación. Se niega empecinadamente a seguir de manera escrupulosa con la estrategia mediática que le fue construida para convertirse en una existencia imaginada.
Odiar y torturar

Hasta que aprendamos que ningún ser humano merece ser torturado, no podremos vivir en paz. Cuando superemos el discurso del odio, del racismo y del miedo podremos construir una sociedad más humana.
África mucha agua y demasiada sed

El descubrimiento de grandes yacimientos de agua en África genera más zozobra que esperanza: las trasnacionales occidentales ya buscan de qué manera “ayudar” a los paupérrimos pueblos a sacar el líquido de las profundidades. Despojo y conflictos, en el panorama de las naciones empobrecidas
La farsa del sexenio

México no libra “guerra” alguna contra el narcotráfico. Por el contrario, ese negocio ilícito florece y goza de todas las garantías para su crecimiento y expansión. El discurso de todo el sexenio es desnudado por la investigación precisa y el dato duro, incontrovertible, de Nancy Flores en el libro de próxima aparición La farsa, detrás de la guerra contra el narco.